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27 Junio 2024
Desde marzo de 2024, Paola Olguín —enfermera, pequeña y mediana empresaria, representante regional y dueña de centros de diálisis— asumió el liderazgo de la Asociación Nacional de Diálisis Independiente (ANADI) por el periodo 2024-2025.
Como representante de esta organización, y con base en su amplia experiencia en el entorno de la salud renal en el país, Olguín destaca la importancia de sumar esfuerzos entre los actores del ámbito de la salud; los desafíos y el sello que quiere imprimir a su gestión, con miras a contribuir a que las y los más de 25 mil pacientes con enfermedad renal crónica que reciben atención por hemodiálisis, puedan acceder debidamente a esta prestación.
—¿Cuáles son los principales desafíos que se presentan para Anadi para este periodo?
Este año enfrentamos un desafío crucial para el futuro de los centros de diálisis: la licitación. Este proceso, largamente esperado, es esencial para abordar los problemas de sostenibilidad que enfrentamos. Esto, debido a que, con su aprobación, se recuperaría el valor del arancel principal, que representa un 4.4%.
Este porcentaje es vital para el futuro de nuestros centros. Además, esperamos que se restablezca el equilibrio en la distribución y los cupos disponibles para los pacientes, de acuerdo con la capacidad de los centros de diálisis en todo el país”.
—¿Cuál es el sello que busca marcar con su gestión en este período como presidenta de la Asociación?
Nuestro sello distintivo es la importancia que damos a todos los centros del país, sean socios o no. Por eso, uno de nuestros objetivos es comunicar de manera efectiva todo lo que estamos tratando de realizar juntos, como un solo bloque, para sostener la diálisis tanto de los prestadores en Chile como de los privados, quienes dializamos al 90% de los pacientes del país. Queremos aumentar el número de socios para convertirnos en una organización más representativa y unida, además de ser reconocida por las autoridades. No queremos ser vistos solo como un problema de sostenibilidad, sino como prestadores comprometidos con la calidad de la diálisis para nuestros pacientes.
Quisiera que relevemos la importancia de todos los centros que operan en el país. Como Anadi, insistimos en que la calidad de la hemodiálisis para nuestros pacientes es prioritaria. Deseamos avanzar conforme a los progresos de la medicina, pero esto siempre estará ligado a nuestra capacidad de costeo. Por ello, es fundamental que las autoridades comprendan los costos, realizando estudios periódicos y comparándolos con los del sector público, asegurando que estos sean equivalentes a las exigencias impuestas al sector privado.
La existencia de Anadi ha permitido la creación de una identidad y una agrupación que representa a los centros de diálisis de todo el país, visibilizando ante las autoridades la importancia de la diálisis y el servicio que prestamos. Anadi ha presentado las mayores dificultades de los centros en términos generales, lo cual ha sido fundamental para nuestra representación y visibilidad.
—¿Qué mensaje le gustaría transmitir a quienes integran Anadi, sobre los desafíos, de cara a este periodo?
Nuestro compromiso con la salud es enorme, especialmente considerando que el 90% de los pacientes en diálisis en el país pertenecen a Fonasa. Es nuestra responsabilidad asegurar que nuestros pacientes continúen recibiendo diálisis con los más altos estándares de calidad y que podamos seguir avanzando en consonancia con la tecnología y los avances médicos. Es crucial que se reconozca la insuficiencia renal como un problema de salud pública significativo. Debemos enfocarnos en la prevención y en las condiciones en que los pacientes llegan a la diálisis, evitando que ingresen por urgencias dialíticas, lo cual implica un deterioro orgánico y un pronóstico más complejo y una menor calidad de vida. Detectar precozmente estos signos, y controlarlos de manera más efectiva en las etapas 3 y 4, es fundamental para evitar mayores complicaciones.
Finalmente, quisiera destacar que es necesario entender que la unión entre la red privada y pública es crucial, especialmente, en un ámbito tan específico como la diálisis, en el que contamos con 40 años de experiencia.