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09 Noviembre 2021
Como Asociación Nacional de Diálisis Independiente (), planteamos nuestra inquietud en relación con la licitación en curso, propuesta por el Fondo Nacional de Salud (FONASA), para la realización de tratamientos de hemodiálisis y diálisis peritoneal, dirigida a los prestadores de estos servicios.
En línea con ello, suscribimos y apoyamos los planteamientos realizados -a través de medios de comunicación y redes sociales- por parte de la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile (ASODI), y de sociedades científicas como la Sociedad chilena de nefrología (SOCHINEFRO), la Sociedad de Enfermeras de Diálisis y Trasplante (SENFERDIALT) y la mesa de trabajo FUTAC renal (que reúne a los actores antes mencionados), quienes han enfatizado en lo errático de un proceso impulsado por la autoridad, sin considerar las necesidades y visión de los pacientes y del ecosistema de diálisis en general.
Durante años, ha trabajado por el bienestar de los pacientes, entregándoles a través de sus asociados una atención de calidad que les permita, tanto a ellos como a sus familias, desarrollar una vida lo más normal posible. Sin embargo, como prestadores opinamos que el proceso licitatorio actual no privilegia la calidad de la prestación otorgada, y tampoco ofrece incentivos para mejorarla, lo que a toda vista va en desventaja del servicio recibido por el paciente, que perdería los beneficios que le otorgaban licitaciones anteriores.
Es por ello, que este proceso licitatorio, basado solamente en aspectos económicos, que otorga mayor puntaje a aquellos centros que presenten ofertas bajo el nivel del arancel, pone en riesgo la sostenibilidad, accesibilidad y continuidad del exitoso modelo de nuestro país, que hasta hoy garantiza el acceso universal a los pacientes que requieren de diálisis, en base a altos estándares de calidad, tal como lo exigen los reglamentos por cuales se rige. Lo anterior, por decisiones unilaterales de la autoridad, sin considerar la opinión de todos los involucrados, pese a nuestras múltiples solicitudes a FONASA para formar una mesa de trabajo con todos los actores y lograr un resultado satisfactorio para los pacientes. Además, es importante señalar que con esta nueva licitación los pacientes podrán ser trasladados unilateralmente a un centro que ofrece un menor precio, sin importar si este centro está cerca de su domicilio o si el paciente se siente conforme o arraigado con el recinto al cual acude habitualmente.
Tanto la Sociedad Chilena de Nefrología como la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile (ASODI), han planteado su preocupación por la actual licitación, ya que en sus bases no se hace alusión a conceptos como calidad ni seguridad. Esto podría generar el decaimiento paulatino del estándar de la atención, como una forma para sobrellevar los costos y asegurar el debido acceso al tratamiento. Algo que no podemos compartir y avalar bajo ningún punto de vista. Por ello, hemos volcado nuestros esfuerzos en solicitar a una prestigiosa consultora económica que desarrolle un estudio de costos de hemodiálisis y diálisis peritoneal, que posibilite graficar esta situación, instrumento que ya se encuentra terminado y entregado a los integrantes de la FUTAC renal y pretendemos divulgar a la brevedad.
Pero, además, la licitación actual no privilegia esa visión integral que había tenido en años anteriores, en que la diálisis se abordaba desde el punto de vista médico y nutricional, valorando entre otros los servicios que recibía el paciente durante su atención, como son el entretenimiento, la climatización y la colación, entre otros.
Está demostrado clínicamente que mientras mejor es la calidad de la diálisis, disminuyen las complicaciones del tratamiento, como también la morbilidad que se traduce en menores hospitalizaciones y, por ende, tanto las expectativas como calidad de vida aumentan. Lo que a la larga es positivo para las personas afectadas de Enfermedad Renal Crónica (ERC), sus familias, los centros donde se dializan y la sociedad en general.
Sabemos que el Covid-19 ha alterado la vida de todos, incluidas las personas que padecen de ERC, obligando al Estado a poner todos sus esfuerzos en combatirlo. No obstante, esa no puede ser una razón para dejar de lado a los pacientes aquejados por otras enfermedades.
Esta patología, ERC, la primera del GES, permite mostrar el exitoso camino recorrido en Chile, ya que los indicadores de nuestro país en la materia alcanzan estándares internacionales. Por ello, hacemos un llamado a todos los actores, públicos y privados, a trabajar en conjunto para perfeccionar un sistema que ha generado un importante apoyo para la salud de los chilenos. Solo trabajando en forma mancomunada los diversos actores del ecosistema (sociedades médicas, pacientes, centros de diálisis y el Estado) lograremos renovar esfuerzos para asegurar la sostenibilidad de esta prestación.
Debido a lo anterior, extendemos una invitación al Gobierno, y particularmente al Ministerio de Salud, a generar una mesa de trabajo que no solo nos incorpore a nosotros, sino que también a los demás actores involucrados en la diálisis, de modo de exponer nuestros puntos de vista, y trabajar en conjunto para perfeccionar esta licitación que a todas luces no cumple con los estándares esperables para los pacientes y sus seres queridos.
Las familias de los más de 24 mil pacientes que hoy se deben dializar a diario lo agradecerán.
ASOCIACIÓN NACIONAL DE DIÁLISIS INDEPENDIENTE (ANADI)