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Doctor Mario Lillo y sostenibilidad del ecosistema de diálisis: “Esta es una de las crisis más serias que hemos pasado en los últimos 35 años”

Noticias / www.anadi.cl
04 Mayo 2023

Mario Lillo es un médico cirujano de la Universidad de Chile. En los años 80’, mientras vivía en Francia, decidió especializarse en nefrología y luego realizó dos posgrados. Al regresar al país en 1988 y ver la baja cobertura de diálisis que había y la gran necesidad de aumentar la capacidad, decidió poner su primera unidad de diálisis en el sector sur de Santiago, en la Gran Avenida. 

Hoy Lillo quien tiene cerca de 35 años en el rubro, cuenta con tres centros más, uno en La Cisterna, otro en La Florida y un cuarto en La Granja. Con su basta experiencia, sostiene que la crisis de sostenibilidad que se está dando hoy es la más importante en la historia de la diálisis en el país y asegura que “nunca habíamos estado en una situación tan aflictiva”. 

¿Por qué decidió impulsar la conformación de sus centros de diálisis? 

Lo que ocurre es que en esa época (años 90’), la cobertura que teníamos en diálisis en Chile era muy baja, por lo que había una necesidad muy grande de aumentar la capacidad de cobertura en hemodiálisis. Entonces, una de las inquietudes era saber cómo poder apoyar al sistema público que era muy insuficiente y lo sigue siendo, en términos de cobertura. Es ahí que empezamos a experimentar una asociación público – privada con unidades de diálisis de apoyo a los hospitales, inicialmente en Santiago y esto después se extendió progresivamente a provincias.  

Según usted, ¿cómo ha sido la evolución de la diálisis en el país?  

Esta modalidad de asociación público – privada de unidad de diálisis externa a los hospitales ha sido realmente ejemplar en América Latina. Primeramente, apoyando los servicios de la prestación de hemodiálisis y a partir del año 97′ de diálisis peritoneal, ha sido realmente un éxito en términos de cobertura y también de calidad. Los resultados que tenemos en calidad en Chile, según un estudio último de Fonasa, son comparables a los que tienen los países de la OCDE por una parte. Por otra parte, la cobertura que tenemos en diálisis en Chile es la mejor de América Latina, salvo una excepción curiosa que es el Estado de Jalisco en México. En el resto de América Latina, la cobertura que tenemos en Chile es la más alta. Por ejemplo, es el doble de lo que es la cobertura Argentina. 

¿Cuáles son los distintos tratamientos que han surgido en el país y cuán eficaces han sido? 

El principal tratamiento desde un inicio fue la hemodiálisis, en el año 97′ introdujimos la diálisis peritoneal en Chile. Entonces, en este minuto hay dos formas de tratamiento y por supuesto, el trasplante renal como terapia más definitiva. Pero en términos de diálisis, para la hemodiálisis que cubre prácticamente el 95% de la necesidad de diálisis de nuestros pacientes y minoritariamente alrededor de 1.500 pacientes en diálisis peritoneal, versus alrededor de 24 mil que hay en hemodiálisis.  

¿Han existido situaciones complejas que ha debido sortear el ecosistema de la diálisis en el país?  

Yo te diría que quizás al inicio, cuando las prestaciones eran pagadas por cada servicio de salud en el hospital correspondiente y que derivaban a los pacientes de estos sistemas, se producían atrasos serios en la oportunidad del pago. Pero cuando esto se integró al arancel Fonasa, y posteriormente al Auge, hubo una regularidad mucho mayor en término de los pagos más regulares a las prestaciones externas.  

¿Cómo analiza el contexto actual de la diálisis en el país? Lo pregunto por las alarmas que han encendido ciertas organizaciones respecto de la sostenibilidad de los centros y la calidad de estos tratamientos, ya que me imagino que igual vive en carne propia esta situación.  

Sí, por supuesto, los vemos todos los días. El problema se ha ido agravando en forma progresiva porque los aranceles sucesivos, año a año de Fonasa, no han alcanzado a cubrir el incremento del costo para mantener un tratamiento de buena calidad en diálisis que es lo que tenemos. Esto ha hecho que inicie especialmente en el año 2022, porque por temas de fechas de licitación de las prestaciones de Fonasa, el arancel 2022 equivalió a 0. Es decir, no hubo reajuste de arancel en aquellos momentos. Esto se suma a los sobrecostos de la pandemia en que hubo que tomar medidas extraordinarias para evitar el contagio de los pacientes y del personal, y el encarecimiento de los insumos.  

Yo creo que esta es una de las crisis más serias que hemos pasado en estos últimos 30 a 35 años de prestaciones de hemodiálisis y diálisis peritoneal en nuestro sistema. En este minuto estamos en una situación muy preocupante, porque un estudio de una empresa consultora externa FK Economics demostró que el 42% de las unidades de diálisis en Chile está trabajando con utilidades negativas. Este estudio fue refrendado por un análisis de otro estudio de costos que pidió Fonasa a la Universidad de Chile, en que demuestra que efectivamente esta situación de no financiamiento de la hemodiálisis en este minuto en términos de sustentabilidad es efectiva. Entonces es realmente una crisis mayor desde el punto de vista del financiamiento y eso a la larga puede repercutir en el cierre de unidades de diálisis, cosa que nos preocupa enormemente y además una baja en la calidad de las prestaciones.  

Con todos mis años de experiencia, creo que nunca habíamos estado en una situación tan aflictiva.  

¿Cómo cree usted que se podría solucionarse esta crisis? 

Yo creo que en esto hay que seguir insistiendo en las conversaciones con el Ministerio y en particular con Fonasa, haciendo ver esto. Ahora, felizmente los dos estudios de costo, uno encargado por nosotros como asociación gremial y otro encargado por Fonasa a la Universidad de Chile, corroboran lo que decimos. Entonces necesitamos mantener la comunicación con las autoridades, de tal manera de visibilizar esta situación y ver las posibilidades de solución a corto plazo, porque estamos llegando a una situación límite.  

Ciertos grupos de pacientes han mostrado su preocupación por la calidad actual de la diálisis, ¿Usted cree que con esta crisis se ha afectado también la calidad, no solo la sostenibilidad? 

Yo creo que es muy parcial. La calidad de las prestaciones que tenemos en Chile se debe a gran parte al desempeño de nuestro personal de salud, en eso yo creo que hay que hacer un reconocimiento, porque comparativamente, siendo los aranceles de Chile de la mediana a bajo en América Latina, los resultados del punto de vista de calidad que tenemos son realmente buenos. Entonces, ahí hay una situación en que con poco hemos hecho mucho y la idea es mantener la calidad cueste lo que cueste, en términos de seguir prestando una buena atención a los pacientes, esa es nuestra razón de ser. 

Finalmente, ¿usted le ve una salida a toda esta crisis? 

Yo pienso que estamos en una situación crítica, pero hay posibilidades de solución, sobre todo si las autoridades toman las decisiones que hay que tomar en el tiempo oportuno. O sea, no esperemos que sigan cerrando más unidades de diálisis a lo largo del país, cosa que ya se inició, porque eso nos va a agravar la situación progresivamente en el tiempo. Entonces se requieren decisiones oportunas al respecto y es lo que esperamos que suceda.