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30 Agosto 2022
Conversamos con Francisco López, presidente de la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile (Asodi), quien lleva más de 40 años contribuyendo a mejorar la calidad de vida los pacientes. Conocimos su visión sobre la situación de los pacientes y las personas trasplantadas en el país e hizo una evaluación del momento actual del ecosistema de dializados en Chile.
Conoce más en la entrevista a continuación:
1. Como representante de los pacientes, ¿cómo evalúa usted la situación actual del ecosistema de diálisis en el país?
Esa pregunta tiene dos respuestas, una respecto a la realidad que se observa de la prestación y ahí es imposible no señalar que estamos conformes, es decir, la prestación se da con una cobertura a nivel nacional, no hay pacientes que no puedan acceder a un tratamiento. Por el contrario, todos acceden a un tratamiento y el tratamiento es de excelente calidad.
Por lo tanto, respecto a la situación de la realidad actual puedo decir que estamos conformes.
Una segunda derivada es que hoy este sistema de colaboración público privado que es tan virtuoso, se ve preocupantemente amenazado porque no se ha corregido al alza, es decir, como dice la autoridad, no se han aplicado los “inflactores”, que son las correcciones de acuerdo con la variación de Índice de Precios al Consumidor o a la inflación. Y esto ha hecho que, en definitiva, el costo haya aumentado aproximadamente un 13% en el último año calendario, sin aumentar o corregir los costos, de acuerdo con lo históricamente hecho. Y eso hace que existan centros que están a riesgo de trabajar a pérdida.
2. ¿Las consecuencias del riesgo de sostenibilidad del ecosistema de diálisis se verán a largo plazo?
Ya cerró un centro de diálisis. No habíamos visto o, al menos yo no había visto, que por razones económicas un centro de diálisis cerrara. En Viña del Mar se produjo esto que, precisamente, sucedió en mi opinión por dos razones, la primera es el tema de corrección de precios. Y, la segunda, por el ranking, ya que ese centro de diálisis no iba a recibir pacientes probablemente en un par de años y tal vez más, hasta que el ranking lo definiera, debido a que el ranking es el modo en que los pacientes son derivados a los centros. Esto es un cambio que se implementó en la última licitación que, en nuestra opinión, es un criterio desastroso.
Para nosotros todos los centros de diálisis debieran tener criterios de admisión similares y solamente debieran ser elementos de discriminación la cercanía del domicilio o del lugar de trabajo y la preferencia del paciente. Entonces, con esto del ranking ese centro de diálisis en Viña del Mar no iba a tener pacientes, iba a estar trabajando a pérdida y se hacía inviable su continuidad y la decisión que tomaron sus propietarios es natural y era esperable.
3. ¿Cómo funciona este ranking de discriminación para los criterios de admisión de pacientes?
Pasa que se categorizó de acuerdo con factores distintos de lo que se hacía antiguamente, de acuerdo con una oferta económica.
Por ejemplo, si existen 5 centros que aprobaron la licitación y hubo uno que hizo una oferta económica, ese centro va a tener preferencia y, de esta manera, hacia abajo se genera el ranking. Entonces, el centro que no hizo oferta económica, que no varió el precio, ni lo disminuyó de ninguna forma, va a estar en desmedro frente a los demás y, por lo tanto, va a ser el último del ranking al que se le va a derivar pacientes.
Es muy importante esto, porque obvia criterios de calidad y los criterios de cercanía del domicilio del paciente. Afectando finalmente al paciente, porque todo lo que no mejora la calidad de la atención afecta al paciente.
4. ¿Qué factores determinan la crisis en la que se encuentra actualmente el ecosistema?
La industria está compuesta por prestadores grandes transnacionales y por pequeños prestadores, por pymes, que están trabajando en el límite de la solvencia. Entonces, estos prestadores pequeños e, incluso los grandes, están seriamente afectados por esta situación de no reajuste de los montos pactados y eso hace que algunos sean capaces de soportar la pérdida y otros estrechamente no. Si no se aplican rápido las correcciones vamos a tener una situación en la que empiecen a cerrar los centros de diálisis y un escenario en el que los dueños de los centros se vean obligados a endeudarse de manera dramática.
La decisión del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) de no reajustar los aranceles de Modalidad de Atención Institucional (MAI) fue el detonante de esta crisis económica que está atravesando el ecosistema de diálisis en el país.
Sin embargo, desde mucho antes, muchos años atrás, las relaciones entre Fonasa y los prestados de diálisis vienen con un problema de arrastre, hay una desconfianza recíproca, que ha hecho que no haya una fluidez en las comunicaciones. No hemos podido avanzar en crear mesas de trabajo conjuntas, de generar confianzas recíprocas, para entender que tenemos un sistema súper virtuoso y que podemos hacer cosas en conjunto para mejorarlo.
Este tipo de situaciones tiene un precedente de no haber citado a todos los actores de la diálisis para crear armoniosamente la licitación, como era lo más razonable. Por el contrario, pareciera que hicieran un casting de gente que no sabe del tema para incorporarlos.
5. ¿Cuáles son los factores más urgentes por mejorar para avanzar en una mejor realidad para los dializados?
En lo urgente, que se analicen concienzudamente los presupuestos que hay para el sector y que se apliquen las correcciones monetarias que debieron aplicarse. A lo menos el arancel MAI y ejecutar íntegramente el presupuesto. Que se actúe con una amplitud de sentido común y con sentido de conservación, porque no conversan las declaraciones de la autoridad de querer proteger el sistema.
Creo que esta colaboración publico privada es muy buena y, como contrapartida, en situaciones como esta se ve que en realidad no hay un espíritu de querer proteger el sistema.
Por otro lado, las Garantías Explícitas de Salud en algunos casos tiene una letra chica, por ejemplo, GES dice que tú tienes derecho a un acceso vascular, pero no define qué tipo de acceso vascular. Por ende, si a un paciente se le coloca un catéter de emergencia, que es la más mala de las soluciones posibles que solo debe aplicarse en emergencias y no es situaciones planificadas, se está cumpliendo con la garantía. En estricto rigor, lo que se debiera aplicar es una fístula artero-venosa, ya que el catéter de emergencia va agotando más rápidamente el capital vascular y eso significa que en el largo plazo se tendrán que utilizar más camas UTI y se tendrán más pacientes con una condición general de salud más decadente.
Además de esto, hay muchos pacientes que no debieran recibir hemodiálisis, sino peritoneo diálisis y esa es un área de la diálisis que no ha crecido en el país. Hay mucha gente que tiene función renal residual y que debiera debutar en diálisis con peritoneo y eso no ocurre. No se ha desarrollado la peritoneodiálisis, ni ha crecido en la medida que se esperaba y esto ha sido porque ha habido un error de planificación de la autoridad sanitaria.
Más allá de lo anterior, si todos estos temas estuvieran resueltos, podríamos hablar de prevención y ponernos como meta que la enfermedad deje de crecer como se proyecta está creciendo.
6. ¿Cuál debería ser el foco del Gobierno en torno a la diálisis en Chile?
Ha ocurrido que los Gobiernos han centrado su foco en que se tienen que construir centros de diálisis hospitalarios o municipales y eso en nuestra opinión es un error porque estos centros hospitalarios o municipales reciben el mismo precio, no reciben un precio inferior por la atención y ya existe una cobertura completa en el país. Entonces, qué sentido tiene tener un centro municipal si el precio que se va a pagar es el mismo.
No sería mejor tener un Policlínico Municipal de Enfermedad Renal, en donde se pudiera educar adecuadamente a los pacientes para que puedan entender bien cuáles son las terpinas que deben conseguir, para que se evalúe adecuadamente y con tiempo cuando el paciente es diagnosticado con insuficiencia renal y se pueda planificar oportunamente su ingreso a la lista de espera, por ejemplo, para la fístula artero-venosa.
Yo de verdad creo que construir más centros de diálisis no es la solución, de eso estoy absolutamente convencido. Creo que lo que se debe hacer es generar todos los satélites, lo que está alrededor de las necesidades que ya están cubiertas. Porque ya está cubierta la necesidad de centros de diálisis, por ende, hay que hacer lo que está alrededor de.
Y, por supuesto que estaría de acuerdo en políticas que generen más peritoneo diálisis, pero hemos visto que las decisiones que se han tomado no han sido las correctas. Creo que estimular el desarrollo de centros privados de peritoneo diálisis sería lo mejor.
Destacando que, el “desde” de lo que se debe mejorar comienza con asegurar la continuidad del actual sistema de diálisis y la continuidad del tratamiento de los pacientes.
7. ¿Cuáles son las prioridades que como ASODI tienen para mejorar el sistema actual de diálisis y asegurar su sostenibilidad?
Como organización nuestra prioridad es generar conciencia en las autoridades de la situación que estamos viviendo para asegurar la sostenibilidad del ecosistema de diálisis. Esto es elemental. Si lo lográramos en el corto plazo, lo segundo -para que no se produzca este tema de las licitaciones retardadas- es generar una mesa de trabajo con todos los actores de la diálisis para comenzar un diálogo constructivo de buena fe, que nos permita llegar a la siguiente licitación con un texto armónico, que recoja las necesidades del sistema y que sea validado por todos los actores y nos permita desde ese punto de vista mejorar el sistema.
8. Como pacientes ¿tienen alguna demanda o mensaje para las autoridades e instituciones de salud?
Sin duda, lo principal es que me gustaría que hubiera una armonía entre lo que declaran y lo que hacen. Si ellos declaran que están convencidos de que esta colaboración público-privada es virtuosa, que hagan lo necesario para conservarla. A mí me gustaría que los hechos demostraran lo que dicen sus palabras.
9. Cuéntanos un poco sobre el tema de transporte de los pacientes, ¿quién es el responsable de asegurar el traslado de pacientes desde los hospitales derivadores?
Si el centro de diálisis licitó el transporte, el centro de diálisis tiene que cumplir con lo que establece su contrato. Si no licitó con transporte, entonces el transporte de los pacientes va a ser obligación del hospital derivador.
Puede ocurrir que en la licitación anterior un centro de diálisis haya licitado con transporte y en la actual licitación lo haya hecho sin transporte y esa situación no constituye un derecho adquirido del paciente, porque hay de por medio una relación contractual y si el contrato no obliga al centro de diálisis a hacer el transporte porque no se licitó, entonces no está obligado a hacerlo.
Los pacientes que quieran conocer si sus centros de diálisis tienen o no licitado este servicio de transporte pueden consultar directamente al centro o pueden acceder a la página de Mercado Publico en donde se encuentran todas las licitaciones de los centros de diálisis.